Ni un solo hilo de sangre mas - De generaciones
Cuando abra la ventana
Miro el espejo.
Y no me veo.
Limpio mis
ojos, con esa huella marcada entre rímel y lágrimas.
¿Cuándo permití
que mataras mi honor?
Que mataras
mi pensar, el sentir, el hablar.
¿Cuánto
tiempo te deje invadirme?
Si yo,
no te di el
permiso.
Aun busco mi
identidad, que quedo enterrada en el poder de tus puños.
No la
encuentro.
Soy más
pequeña que una hormiga.
Asesinar mi
autoestima, fue tu victoria.
Mi peor
derrota en esa batalla, fue creerte.
Mi cuello
guarda el ahogo de tus manos duras.
Y mi boca,
Aun esta
cosida
Porque no sé
como gritar.
Y me sentí tan sola, rodeada de mucha gente.
Casi no
puedo respirar al aire libre.
Porque
siento tu presencia,
Como el
cazador a su presa.
Me dejaste
vacía,
El alma y el
útero.
Y ya no estoy
completa.
Me miro en
el espejo.
Y junto
fuerzas para reconocerme.
Tal vez, soy
yo,
a la que veo
reflejada.
Y quiero
asomar despacito,
Como el sol
de cada mañana,
pero más
lentamente.
Por el miedo
de abrir,
de una vez y
para siempre,
mi propia
ventana.
Para dejar
pasar la luz.
y
reencontrarme y abrazarme.
Fuerte, muy
fuerte.
Y contenerme
en ese esfuerzo
que tiene
que ser,
que hoy
será,
para
siempre.
Emilse
Adriana Caggiano
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